La violencia con la que el ejército de Guatemala disolvió este lunes la primera gran caravana de migrantes de 2021 puso el foco internacional sobre el país centroamericano.
Un día antes, miles de soldados y policías ya habían impedido el paso con palos y gas lacrimógeno al multitudinario grupo, en su mayoría hondureños, que trataban de llegar a Estados Unidos con la esperanza de que el próximo gobierno de Joe Biden flexibilice su política migratoria
Huyendo de la violencia y la pobreza en su país aún más acentuada tras los últimos huracanes, miles de migrantes ingresaron en Guatemala de manera irregular desde el viernes y sin mostrar la prueba negativa de covid-19 que se les exige.
La fuerte represión policial, que hizo que estos migrantes retrocedieran o incluso regresaran a su país de origen, fue criticada por organismos como la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) de Guatemala, un organismo estatal pero autónomo del gobierno.
BBC Mundo habló con su titular, Jordán Rodas, quien tilda la actuación de los agentes frente al grupo de migrantes -en el que se encontraban familias enteras, mujeres y niños- de “deplorable e injustificable”.
INFORMACIÓN: BBC