Puso por bandera el respeto al Estado de derecho durante las negociaciones de las ayudas europeas pospandemia en Bruselas, cuando Polonia y Hungría se negaban a vincular dinero y derechos humanos, y fue el Estado de derecho lo que jubiló su tercera legislatura dos meses antes de tiempo.
El liberal Mark Rutte presentó esta mañana la dimisión de todo su gabinete ante el rey Guillermo Alejandro, al que acudió a visitar montado en bicicleta, mordiendo con ansia una manzana que sujetaba con una mano, mientras pedaleaba reflexionando sobre la que se le ha venido encima.
Antes, justificó ante la prensa los motivos que le han llevado a tomar tal decisión de renunciar en plena pandemia. Lo hizo durante una comparecencia en la que se presentó con rostro de decepción y pocas bromas, casi de angustia, sabiendo que, junto al escándalo que le llevó a dimitir, tendrá que gestionar en funciones una larga segunda ola de coronavirus, descontrolada desde finales de verano. “Se han violado los principios fundamentales del Estado de derecho”, sentenció, sin rodeos, después de un informe de investigación que señalaba a su gobierno.
INFORMACIÓN: EL MUNDO