A Humberto Agurcia lo único que le queda es la sonrisa.
El paramédico criado en México y con 25 años de experiencia no ha parado de atender emergencias desde que su ciudad natal, Los Ángeles, se convirtió en epicentro de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos a finales de noviembre.
Los trabajadores como él son los primeros en establecer contacto con los pacientes.
También son los primeros en la difícil posición de negarles a sus familiares que viajen en las ambulancias junto a sus parientes enfermos rumbo al hospital.
INFORMACIÓN: BBC