Anja Ringgren Lovén tiene 42 años, es danesa y desde 2012 radica en Nigeria; dedica su vida a salvar a niños que son perseguidos por sus comunidades por ser considerados “brujos”, ya ha rescatado a más de 100 menores
Hace un año, Anja estaba en Nigeria preparando la decoración navideña junto a su marido, cuando repentinamente recibió una llamada. “Es un caso grave”, le advirtieron. Se trataba de un niño que había sido visto al lado de una ruta y que, seguramente, había sido acusado de ser brujo y expulsado de su hogar.
Anja se apuró y, sin perder un minuto, preparó la misión de rescate. Cuando encontraron a Saviour (“salvador” en inglés), el niño no entendía qué sucedía. Lloraba, se lamentaba y estaba terriblemente dolorido. Más tarde se enterarían de que tenía VIH.

SUSCRÍBETE
La mujer que salva a los “niños brujos” de la tortura y la muerte en África
Anja Ringgren Lovén tiene 42 años, es danesa y desde 2012 radica en Nigeria; dedica su vida a salvar a niños que son perseguidos por sus comunidades por ser considerados “brujos”, ya ha rescatado a más de 100 menores
Foto: Instagram @landofhope
MUNDO 27/12/2020 15:20 La Nación/GDA/Argentina Actualizada 15:20
Hace un año, Anja estaba en Nigeria preparando la decoración navideña junto a su marido, cuando repentinamente recibió una llamada. “Es un caso grave”, le advirtieron. Se trataba de un niño que había sido visto al lado de una ruta y que, seguramente, había sido acusado de ser brujo y expulsado de su hogar.
Anja se apuró y, sin perder un minuto, preparó la misión de rescate. Cuando encontraron a Saviour (“salvador” en inglés), el niño no entendía qué sucedía. Lloraba, se lamentaba y estaba terriblemente dolorido. Más tarde se enterarían de que tenía VIH.
Las misiones de rescate pueden suceder en cualquier momento. Durante el día o en la noche. Las historias se repiten y son todas igual de desgarradoras. Llamadas anónimas que denuncian que un menor está siendo perseguido en alguna aldea.
“He estado en numerosas misiones de rescate donde encontramos a niños que están casi muertos, no puedo decir que hay misiones peores que otras, porque al final lo que importa es que salvemos vidas”, cuenta Anja a LA NACION.
INFORMACIÓN: EL UNIVERSAL