Diez años después de que el fentanilo llegara a México desde China, las autoridades estadounidenses han iniciado una fuerte campaña contra los presuntos productores y exportadores del opioide. Poco se habló del fentanilo durante las épocas más verdes del cártel: cuando las ganancias llegaron a sumar más de 50 millones de dólares al año para un solo productor.
Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, dice que en 2013 llegó el fentanilo a Sinaloa, pero que no se conocía como tal, sino como ‘chiva sintética’, heroína blanca mezclada con fentanilo. Hecha en laboratorios.
“Primero lo escuchamos por miembros de la organización que hablaban de esta ‘chiva sintética’ y luego los que sabían, los químicos, ya que preguntamos que qué era eso, nos dijeron que era fentanilo. Y enviamos a gente que trabajaba con nosotros a China, y allá les presentaron todo, desde cómo se hace, qué sí lleva, que no, cuánto hay que ponerle. Y así es como llega a Sinaloa.
“Esos hombres se trajeron ya de China varios precursores y se empezó a producir en México. De China sólo se trajo la base, pero en México se empezó a fabricar.
“Yo recuerdo que fue una locura cuando vimos cómo y cuánto habían aumentado las ganancias para el cártel. Le invertíamos aproximadamente 300 a 400 mil dólares y con eso fabricábamos unos 350 kilos de ‘chiva sintética’ y cada kilo se vendía en Culiacán en 18 mil dólares, y ya cruzado, en Los Ángeles, 30 o 35 mil dólares. Te estoy hablando de más o menos 2014.
“Hubo personas, de las que no se habla en los medios, que hicieron en un año 30 o 50 millones de dólares.
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