La reacción de la Iglesia Católica frente a la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) no se hizo esperar. A las pocas horas de sancionada la ley, el Papa Francisco ratificó su defensa del “don de la vida”. En tanto, los obispos argentinos cuestionaron “la lejanía de parte de la dirigencia argentina del sentir del pueblo” y advirtieron que la nueva ley “ahondará aún más las divisiones en nuestro país”.
El mensaje de Jorge Bergoglio fue elíptico respecto de lo que ocurrió en la Argentina. De hecho, no hizo referencia al caso. Pero durante la última audiencia del año en la Biblioteca del Vaticano, ratificó la invariable postura de la iglesia.
“Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida”, dijo frente a un escueto grupo de obispos y cardenales. “Los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida. Vivir es ante todo haber recibido la vida”, dijo en su discurso.
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