Rachel Clarke trabajó durante años como periodista. Pero un trágico evento la motivó a abandonar su carrera y volver a la universidad para estudiar medicina, disciplina a la que se dedicó su padre y por la que ella sentía fascinación desde pequeña.
Hoy trabaja con enfermos terminales brindándoles cuidados paliativos.
Y aunque muchos puedan pensar que los hospicios son lugares deprimentes a donde van a parar aquellos casos en los que ya no hay esperanzas, para ella son un sitio donde se puede apreciar lo mejor del ser humano.
Clarke, autora del libro “Dear Life: A Doctor’s Story of Love and Loss” (“Querida vida: la historia de amor y pérdida de una médica”), compartió en una entrevista con el programa Outlook de la BBC su visión sobre por qué los últimos días de una persona son tan valiosos como la vida misma.
INFORMACIÓN: BBC