La incursión de Pepe Chedraui en Morena provocó que Claudia Rivera y Alejandro Carbajal regresaran al viejo discurso de “los espacios deben ser para los fundadores del partido”.
En su desesperación organizaron una marcha que solo evidenció la falta de convocatoria y estructura que tienen ambos políticos.
En los últimos días, enviaron a sus simpatizantes a pedirle a la dirigente estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci Crespo que le cierren el paso al empresario.
En política una imagen dice más que mil palabras. Así fue como llegó la respuesta de Pepe Chedraui.
El viernes, de manera sorpresiva, el ex diputado local se reunió con varios de los liderazgos de la izquierda, quienes en sus redes sociales declinaron a su favor.
Mientras los inconformes buscaban como bajarlo de la contienda, Pepe Chedraui se dedicó a consensar con los militantes que también fueron sus detractores.
De un golpe se ganó la autoridad para pelear por la candidatura de Morena.
Y no solo eso, además de tener capital económico para entrarle a la elección, ya tiene operadores políticos que le ayudarán a ser competitivo.
Claudia Rivera no será candidata a la presidencia municipal por tercera vez consecutiva. Es cierto que la militante de Morena más conocida en la ciudad de Puebla. Pero sus negativos son muy altos y es un riesgo postularla.
La ex alcaldesa debe bajar el ritmo. Si en Morena quieren rescatarla, deberían darle alguna función en el gobierno estatal o federal y que desde ahí revierta la mala imagen que dejó en su trienio.
De Alejandro Carbajal no hay mucho qué decir. No tiene ni estructura para ser presidente auxiliar de La Resurrección.
Con esos dos detractores y con el apoyo de los otros aspirantes, no queda duda de que Pepe Chedraui será el contrincante de Mario Riestra por la alcaldía de Puebla.
