La alcaldía Coyoacán designó al exportero de los Pumas, Alejandro Palacios, como inspector para ayudar a que los aficionados respetaran las reglas de sanidad previo al partido de ida de la final del Guardianes 2020; sin embargo, el objetivo no se logró.
La presencia del ‘Pikolín’ —con su uniforme de trabajo (un traje azul y el chaleco que lo acredita como servidor público)— en las inmediaciones del Estadio Olímpico Universitario desató la euforia de cerca de 35 seguidores auriazules que se dieron cita para apoyar al Club Universidad Nacional frente al León.
En cuanto notaron que se trataba del otrora guardameta, todos ellos bajaron las escaleras de la explanada de las banderas que dan de frente a Insurgentes y le pidieron fotografías a las que, amablemente, accedió.
Aunque algunos aficionados pregonaban que se encontraban ahí “sólo para ver cómo se respiraba el ambiente” y aseguraron estar comprometidos con la salud, la figura de quien fuera su ídolo los hizo olvidar la sana distancia y los abrazos no cesaron.
Al ser cuestionado por EL UNIVERSAL Deportes sobre la respuesta del público a las recomendaciones sanitarias, Palacios prefirió hacer como si no viera al contingente que lo aclamaba.
INFORMACIÓN: EL UNIVERSAL