El expelotero Ramón Esquer fue acusado de agredir física y psicológicamente a un alumno de la Academia Alfredo Harp Helú de los Diablos Rojos, en Oaxaca, cuando él era el director deportivo, en 2023.
Supuestamente, Esquer le dio un puñetazo al joven beisbolista, además de insultarlo y acosarlo verbalmente por dos años.
De acuerdo a información publicada por el medio digital “Puro Beisbol”, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y los dueños de los equipos están enterados de la conducta inapropiada de Esquer, pues los mismos Diablos Rojos lo despidieron y reportaron.
No obstante, Esquer actualmente forma parte del cuerpo técnico de los Bravos de León, quienes recientemente vetaron de por vida a un aficionado por insultos racistas contra el lanzador de Olmecas de Tabasco, Wirfin Obispo.
Asimismo, Miguel Rubio, padre del deportista, denuncia que la LMB a través de su personal jurídico no le brindó la atención necesaria y permitió que Ramón Esquer siga trabajando en la liga como si nada hubiera pasado.
“Me habló el jurídico de la liga y fue muy corta la llamada, me dijo: ‘sabes qué, ya se habló con el consejo y ellos tomaron la decisión de que como no es parte de nuestra organización, de las oficinas de la Liga Mexicana, nosotros no tenemos por qué darlo de baja de un equipo o de donde él esté trabajando’.
“Le dije: ‘se supone que los del Consejo son dueños de equipos, ¿a poco ellos van a permitir que un trabajador golpee a un menor de edad y siga trabajando?’. La contestación de él fue: ‘mira, ya no te voy a quitar más tu tiempo, puedes hacer lo que tú quieras, vete por la vía legal o por donde quieras, ese ya no es tema de nosotros’”, contó en entrevista Miguel Rubio, padre del beisbolista menor de edad.
Miguel Rubio Jr. se incorporó a la Academia de Beisbol de los Diablos Rojos en 2021, cuando apenas tenía 13 años de edad. Desde su llegada notó que el entrenador los trataba diferente al resto de sus compañeros, pues siempre lo insultaba y acosaba, hasta llegar al punto de que, en 2023, Esquer se le acercó sin avisarle para darle un puñetazo en la espalda y luego se retiró; presuntamente el directivo estaba ebrio.
Esquer insultaba al menor diciéndole en repetidas ocasiones que “no servía para nada”, de igual manera se encargó de apartarlo del equipo, cambiarlo de posición y no dejarlo jugar.
“Ahí ya comenzaron los problemas fuertes, ya le decía más cosas; ya no lo metían a batear, y cuando lo hacía, en todos los juegos recibía mínimo un pelotazo del lanzador contrario. Yo al principio no lo quise ver de esa forma, pero ya después caímos en cuenta de que era por orden de él (Esquer) y los pitchers le hacían caso.
“Como a las 10:30 me llamó y me dijo: ‘papá, sabes qué, este bato se pasó (Ramón Esquer), me pegó, me dio un golpe en la espalda y me dejó marcado. De hecho, los muchachos salieron de sus cuartos a ver qué había pasado, me pegó y no me dijo nada, nomás se fue, al parecer anda tomado porque desde temprano ya andaba tomando”.
Después del incidente, el padre de familia llamó a la policía, sin embargo, estos se dijeron impedidos de poder ingresar al lugar por tratarse de una propiedad privada. Posteriormente se comunicó con Miguel Ojeda, director deportivo de los Diablos Rojos, quien le ofreció una disculpa y le aseguró que si la acusación era cierta, Esquer dejaría de pertenecer a la organización.
“Por la tarde nos marcó Jorge del Valle (vicepresidente deportivo de Diablos Rojos) para confirmarme que Ramón quedaba fuera de la Academia y me preguntó qué buscaba yo para mi hijo, a lo cual le dije que de momento buscaba su regreso a Monterrey. Pero también dije que eso no podía quedarse así, que se necesitaba un reporte de la liga porque era una agresión a un menor de edad”, sentenció Rubio.
INFORMACIÓN: PROCESO