Sin duda los partidos van de mal en peor.
Se nota que no aprendieron nada del 2 de junio.
¿Por qué?
Empecemos de abajo hacia arriba.
Este fin de semana Alejandro Moreno Cárdenas se hizo del control del partido.
En lo oscurito, Alito, como le dicen sus cuates, modificó los estatutos para que el líder nacional y estatales del país, se reelijan por dos periodos más al frente del PRI.
¿Qué implica lo anterior? ¡Que Alito Moreno y Néstor Camarillo Medina, en el caso de Puebla, se queden en el partido por ocho años!
Lastima de PRI y lastima de militancia.
La poca base que aún cree en el partido, sabe que están en la víspera de desaparecer con la permanencia de Alejandro Moreno.
En el caso de Puebla, Néstor Camarillo Medina tiene que ser muy astuto para no ser crucificado junto a su líder nacional.
Seguramente Néstor Camarillo buscará la forma de quedarse con la dirigencia estatal por un periodo más y dependiendo de los resultados de 2027, analizará si sigue con la perpetuidad que busca ejecutar Alejandro Moreno.
Pero no solo el PRI canta mal las rancheras, también lo hace el PAN.
El albiazul está en la deriva con sus decisiones.
Prueba de lo anterior, fue lo que hizo el director de Vivienda del Ayuntamiento de Puebla, Felipe Monjarro, al destapar a su amigo y jefe, Eduardo Rivera Pérez, para la dirigencia nacional del PAN.
Su servidor tiene varios mensajes en donde calificaron como una broma el destape de Rivera Pérez.
La broma radica, porque según alguien que perdió el 2 de junio y llevó al PAN a su peor derrota histórica, no tiene cartas de presentación para liderar un instituto político.
¿Será?
Y con los panoramas del PRI y del PAN, concluyo que Morena no tendrá oposición para 2027, ni mucho menos en 2030.
¿Qué opinan?
Tiempo al tiempo.
Hasta aquí mi reporte.
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LA FRASE
“Nadie puede sospechar cuántas idioteces políticas se han evitado gracias a la falta de dinero”.
Charles Maurice Talleyrand
